El Salmo 107 habla sobre la bondad y la fidelidad de Dios hacia su pueblo. Nos enseña que, a pesar de nuestras dificultades y errores, si clamamos a Él, Él nos escucha y nos rescata.
Índice
Dar gracias por el amor inagotable de Dios
En el primer artículo, vemos cómo el Salmo 107 nos invita a dar gracias a Dios por su amor inagotable. A lo largo de nuestras vidas, a veces nos encontramos en situaciones de angustia y desesperanza, pero el Salmo nos recuerda que Dios está siempre dispuesto a escucharnos y a guiarnos hacia la paz y la salvación.
Reconocer nuestras faltas y arrepentirnos
El segundo artículo nos habla sobre la importancia de reconocer nuestras faltas y arrepentirnos. El Salmo 107 nos muestra que cuando nos humillamos ante Dios y confesamos nuestros pecados, Él nos perdona y nos restaura. Nos anima a acudir a Él en busca de perdón y a vivir una vida de rectitud y obediencia.
El poder liberador de Dios
En el tercer artículo, el Salmo 107 nos muestra el poder liberador de Dios. Nos habla de personas que estaban prisioneras, en tinieblas y en aflicción, pero que cuando clamaron a Dios, Él los rescató y los guió hacia la libertad y la luz. Este pasaje nos recuerda que, sin importar cuán oscuro sea nuestro camino, Dios tiene el poder de liberarnos y guiarnos hacia la plenitud de vida.
Es por este tercer artículo, por el cual podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que el salmo 107 es un salmo de liberación y puede ser leído y entendido como tal.
La provisión divina
En el cuarto artículo, el Salmo 107 nos enseña sobre la provisión divina. Nos muestra cómo Dios provee para las necesidades de su pueblo, incluso en situaciones de escasez y sequía. Nos invita a confiar en Él y a reconocer que Él es nuestro proveedor fiel.
La soberanía de Dios sobre la naturaleza
Finalmente, el quinto artículo nos habla sobre la soberanía de Dios sobre la naturaleza. El Salmo 107 nos muestra cómo Dios tiene el poder de calmar las tormentas y de hacer cesar los vientos huracanados. Nos enseña que, aunque enfrentemos dificultades y desafíos en la vida, Dios tiene el control absoluto y puede traer paz y calma a nuestras situaciones.
El Salmo 107 nos muestra la fidelidad y el poder de Dios. Nos anima a confiar en Él, a reconocer nuestras faltas, a clamar a Él en tiempos de necesidad y a darle gracias por su amor inagotable. Nos recuerda que Dios es nuestro refugio y fortaleza en todo momento, y que en Él encontraremos paz, liberación y provisión.
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Den gracias al Señor, porque él es bueno;
porque para siempre es su misericordia.
Así lo digan los redimidos del Señor,
los que ha redimido de la mano del enemigo,
y los que ha congregado de las tierras,
del oriente y del occidente,
del norte y del sur.Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad,
sin hallar ciudad en donde vivir.
Hambrientos y sedientos,
desfallecía en ellos su alma.
Entonces clamaron al Señor en su angustia,
y los libró de sus aflicciones.
Los guió por camino recto,
para que llegaran a una ciudad habitable.Den gracias al Señor por su misericordia,
por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Porque sació al alma menesterosa,
y llenó de bien al alma hambrienta.Los que moraban en tinieblas y sombra de muerte,
aprisionados en aflicción y en hierros,
por cuanto se rebelaron contra las palabras de Dios,
y aborrecieron el consejo del Altísimo,
por eso quebrantó con trabajo sus corazones;
cayeron, y no hubo quien los ayudara.Entonces clamaron al Señor en su angustia,
y los libró de sus aflicciones.
Sacólos de las tinieblas y sombra de muerte,
y rompió sus prisiones.Den gracias al Señor por su misericordia,
por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Porque quebrantó las puertas de bronce,
y desmenuzó los cerrojos de hierro.Los insensatos, por causa de su transgresión
y por sus iniquidades, fueron afligidos.
Abominaron toda comida,
y llegaron hasta las puertas de la muerte.Entonces clamaron al Señor en su angustia,
y los libró de sus aflicciones.
Envió su palabra, y los sanó,
y los libró de su ruina.Den gracias al Señor por su misericordia,
por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Ofrezcan sacrificios de alabanza,
y cuenten sus obras con júbilo.Los que descienden al mar en naves,
haciendo negocio en las muchas aguas,
éstos han visto las obras del Señor,
y sus maravillas en el abismo.Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso,
que encrespa sus ondas.
Suben hasta los cielos, descienden hasta los abismos;
su alma se deshace en su miseria.Tiemblan y titubean como borrachos,
y toda su pericia se desvanece.Entonces claman al Señor en su angustia,
y los libra de sus aflicciones.
Cambia la tempestad en sosiego,
y se apaciguan sus ondas.Den gracias al Señor por su misericordia,
por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Exáltenlo en la congregación del pueblo,
y alábenlo en la reunión de ancianos.Él convierte los ríos en desierto,
y las fuentes de las aguas en sequedales;
la tierra fructífera en estéril,
por la maldad de los que la habitan.Convierte el desierto en estanques de aguas,
y la tierra seca en fuentes de aguas.
Y allí establece a los hambrientos,
para que funden ciudad habitable.Siembran campos, y plantan viñas,
que rinden frutos abundantes.
Los bendice, y se multiplican en gran manera;
y no disminuye su ganado.Luego son disminuidos y abatidos
por la opresión, el mal y la tristeza.
Derrama desprecio sobre los príncipes,
y les hace vagar por un yermo sin camino.Pero al pobre saca de su pobreza,
y multiplica como ovejas sus familias.
Los rectos lo ven, y se gozan;
y toda iniquidad cierra su boca.¿Quién es sabio, para que entienda estas cosas,
y prudente, para que las sepa?
Porque los caminos del Señor son rectos,
y los justos andarán por ellos;
mas los rebeldes serán destruidos juntamente.Den gracias al Señor por su misericordia,
por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Porque quebrantó las puertas de bronce,
y desmenuzó los cerrojos de hierro.
Cortó los lazos de la muerte,
y los desató de las prisiones.Den gracias al Señor por su misericordia,
por sus maravillas para con los hijos de los hombres.
Ofrezcan sacrificios de alabanza,
y cuenten sus obras con júbilo.