El salmista comienza el salmo reconociendo su sed y su anhelo por Dios. Él entiende que solo en Dios puede encontrar verdadera satisfacción y plenitud. Su deseo por Dios es tan fuerte que lo compara con tener sed en un desierto sin agua. Esta imagen ilustra la necesidad vital que el salmista siente por la presencia y comunión con Dios.
Refugio y fortaleza en Dios : En medio de la adversidad y los ataques de sus enemigos, el salmista encuentra consuelo y fortaleza en la presencia de Dios. Él confía en que Dios es su refugio y fortaleza, y que bajo sus alas encuentra protección y seguridad. El salmista reconoce que solo a través de Dios puede vencer a sus enemigos y salir victorioso.
La importancia de la alabanza y el recuerdo: El salmo también destaca la importancia de alabar a Dios y recordar sus obras poderosas. El salmista recuerda cómo ha visto la gloria y el poder de Dios en el pasado, y esto le da confianza en que Dios seguirá siendo fiel y poderoso en el presente. A través de la alabanza, el salmista encuentra consuelo y renovación en su relación con Dios.
El Salmo 63 nos enseña la importancia de buscar a Dios en todo momento y confiar en su amor y protección. Por este motivo, es considerado como uno de los salmos de amor de la Biblia. Nos recuerda que solo en Dios podemos encontrar verdadera satisfacción y plenitud. También nos anima a alabar a Dios y recordar sus obras poderosas, para fortalecer nuestra fe y confianza en él. En medio de la adversidad, podemos encontrar consuelo y fortaleza en la presencia de Dios.
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Oh Dios, tú eres mi Dios; de madrugada te buscaré. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas.
Así en el santuario te he mirado, para ver tu poder y tu gloria. Porque mejor es tu misericordia que la vida; mis labios te alabarán. Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos. Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, y con labios de júbilo te alabará mi boca, cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en las vigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, y así en la sombra de tus alas me regocijaré. Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido. Pero los que para destrucción buscaron mi alma, caerán en los sitios bajos de la tierra. Serán entregados a poder de la espada; serán una ración para los chacales. Pero el rey se alegrará en Dios; será alabado cualquiera que jura por él; porque la boca de los que hablan mentira será cerrada. |