Salmo 7 y su significado

 

Interpretación del Salmo 7

El Salmo 7 es una súplica de protección y justicia ante los enemigos. En este salmo, el salmista clama a Dios pidiendo que lo libre de los que lo persiguen y acusan injustamente.

El salmista se presenta como inocente y pide a Dios que lo examine y juzgue su integridad. Confía en que Dios es justo y que protegerá al inocente de la maldad de los malvados.

La confianza en la justicia divina

El salmo también muestra la confianza del salmista en la justicia divina y en que Dios se levantará en defensa de los justos. El salmista afirma que Dios es su escudo y refugio, su fortaleza en tiempos de adversidad.

El salmista reconoce que Dios es el único que puede juzgar rectamente y hacer justicia. Él confía en que Dios traerá el castigo adecuado a los malvados y protegerá a los justos.

Clamar a Dios en tiempos de necesidad

El Salmo 7 nos enseña la importancia de confiar en la justicia divina y de buscar la protección de Dios ante los enemigos y las adversidades de la vida. Nos anima a clamar a Dios en tiempos de necesidad y a confiar en que Él nos brindará su protección y justicia.

En momentos de persecución, acusaciones injustas o dificultades, podemos acudir a Dios y pedirle que nos libre de nuestros enemigos. Podemos confiar en que Él es un refugio seguro y una fortaleza en tiempos de adversidad.

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El Salmo 7 nos invita a confiar en la justicia divina y a buscar la protección de Dios en todo momento. Nos muestra que podemos clamar a Él en tiempos de necesidad y confiar en que Él nos brindará su protección y justicia. Al confiar en Dios, podemos encontrar consuelo y fortaleza en medio de las dificultades y adversidades de la vida.

 

Salmo Católico Completo (Salmo 7) para Leer e Imprimir

Oh Jehová Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea que despedacen mi alma cual león, y me destrocen sin que haya quien me libre.

Oh Jehová Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad, si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo (antes he socorrido al que sin causa era mi enemigo), persiga el enemigo mi alma, y alcánzala; huelle en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. Levántate, oh Jehová, en tu ira; alzate en contra de la furia de mis angustiadores, y despierta en favor mío el juicio que mandaste.

Y te rodeará congregación de pueblos, y sobre ella vuélvete a sentar en alto. Jehová juzgará a los pueblos; júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, y conforme a mi integridad. Fenezca ahora la maldad de los inicuos, mas establece tú al justo; porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.

Mi escudo está en Dios, que salva a los rectos de corazón. Dios es juez justo, y Dios está airado contra el impío todos los días. Si no se arrepiente, él afilará su espada; armado tiene ya su arco, y lo ha preparado. Y también ha preparado armas de muerte, y ha labrado saetas ardientes.

He aquí, el impío concibió maldad, se preñó de iniquidad, y dio a luz engaño. Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; y en el hoyo que hizo caerá. Su iniquidad volverá sobre su cabeza, y su violencia descenderá sobre su propia coronilla.

Yo alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.

 

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