Interpretación del Salmo 87
El Salmo 87 es una oración de súplica y lamentación en la que el salmista clama a Dios por su protección y ayuda. El salmista se encuentra en una situación de angustia y aflicción, y recurre a Dios como su única esperanza.
El salmo comienza con una descripción de la situación del salmista, quien se encuentra en una posición de debilidad y desamparo. El salmista se siente rodeado de enemigos y adversarios, quienes lo persiguen y lo amenazan. El salmista pide a Dios que lo escuche y que le brinde su protección y su ayuda.
A lo largo del salmo, el salmista expresa su confianza en Dios y en su poder para salvar. El salmista reconoce que solo Dios puede librarlo de sus enemigos y de la aflicción que lo rodea. El salmista clama a Dios para que intervenga y haga justicia, para que los malvados sean castigados y los justos sean protegidos.
El salmo concluye con una afirmación de confianza en Dios. A pesar de la situación difícil en la que se encuentra, el salmista confía en que Dios lo escuchará y responderá a su clamor. El salmista se aferra a la promesa de que Dios es su refugio y su fortaleza, y confía en que Dios lo sostendrá y lo protegerá en medio de la adversidad.
El Salmo 87 es una oración de súplica y confianza en Dios. El salmista clama a Dios por su protección y ayuda, reconociendo que solo Dios puede librarlo de sus enemigos y de la aflicción que lo rodea. A pesar de la angustia, el salmista confía en que Dios lo escuchará y responderá a su clamor.
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| Su cimiento está en los montes santos. Jehová ama las puertas de Sion más que todas las moradas de Jacob. Cosas gloriosas se dicen de ti, ciudad de Dios. Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Filistea y Tiro, con Etiopía; este fue nacido allí. Y de Sion se dirá: Este y aquel han nacido en ella; y el Altísimo mismo la establecerá. Jehová contará al inscribir a los pueblos: Este nació allí. Y cantores y flautistas en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti. |