El Salmo 145 nos invita a reconocer y proclamar las maravillas de Dios, destacando su poder, su justicia y su amor inagotable. El salmista comienza exaltando la grandeza de Dios, reconociendo su poder absoluto sobre todas las cosas. En el versículo 3, declara: «Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza; su grandeza es insondable». Aquí, se nos presenta a un Dios infinitamente poderoso, capaz de hacer cosas más allá de nuestra comprensión.
Además de su poder, el salmista destaca la justicia de Dios. En el versículo 17, dice: «Justo es el Señor en todos sus caminos, y bondadoso en todas sus obras». Esta afirmación nos muestra que Dios siempre actúa de manera justa y equitativa, guiado por su perfecta moralidad. No hay injusticia en Él, y podemos confiar plenamente en su juicio y rectitud.
El Salmo 145 también nos habla del amor inagotable de Dios y por ello se engloba dentro de los salmos de amor de la Biblia. A lo largo del salmo, el salmista resalta el cuidado y la provisión divina para su pueblo. En el versículo 9, leemos: «Bueno es el Señor para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras». Aquí, se nos revela un Dios compasivo y lleno de amor, dispuesto a bendecir y proteger a aquellos que le buscan.
Índice
La importancia de alabar y bendecir a Dios
En este salmo, se nos recuerda la importancia de alabar y bendecir a Dios en todo tiempo, reconociendo su grandeza y bondad en nuestras vidas. El salmista dice en el versículo 2: «Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre». Esta declaración nos muestra que la alabanza a Dios no debe ser ocasional, sino constante y continua.
La alabanza y la bendición a Dios son expresiones de gratitud y reconocimiento por todo lo que Él ha hecho por nosotros. Al alabarle, reconocemos su poder y su amor, y nos humillamos ante su grandeza. Además, la alabanza nos acerca a Dios y nos llena de gozo y paz, ya que nos conecta con su presencia y su Espíritu.
Transmitiendo el mensaje de Dios a las generaciones
El Salmo 145 nos anima a transmitir de generación en generación las obras y los atributos de Dios, para que todos puedan conocer y confiar en su poder y amor. En el versículo 4, el salmista declara: «Una generación celebrará tus obras a otra, y anunciará tus hechos poderosos». Aquí, se nos muestra la importancia de compartir con otros lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.
Es responsabilidad de cada creyente transmitir a otros la verdad acerca de Dios. Debemos contar a las generaciones futuras sobre su amor salvador, su gracia redentora y su poder transformador. Así, aquellos que nos sigan podrán experimentar personalmente la grandeza de Dios y encontrar salvación en Él.
El Salmo 145 nos enseña a reconocer y proclamar la grandeza de Dios, confiar en su fidelidad y alabarle en todo momento. Nos invita a transmitir a otros la verdad acerca de Dios, para que también puedan experimentar su amor y salvación. Que este salmo sea un recordatorio constante de la grandeza de nuestro Dios y una invitación a alabarle y bendecirle en todo tiempo.
Salmo Católico Completo (Salmo 145) para Leer e Imprimir
Te exaltaré, mi Dios, mi Rey, Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. Y hablarán de la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán de tu justicia. Clemente y misericordioso es Jehová, Lento para la ira, y grande en misericordia. Bueno es Jehová para con todos, Y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, Y tus santos te bendigan. La gloria de tu reino digan, Y hablen de tu poder, Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos, Y la gloria de la magnificencia de su reino. Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones. Jehová es quien sostiene a todos los que caen, Y levanta a todos los oprimidos. Los ojos de todos esperan en ti, Y tú les das su comida a su tiempo. Abres tu mano, Y colmas de bendición a todo ser viviente. Justo es Jehová en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras. Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras. Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá el clamor de ellos, y los salvará. Jehová guarda a todos los que le aman, Mas destruirá a todos los impíos. Mi boca hablará la alabanza de Jehová, Y bendiga toda carne su santo nombre Eternamente y para siempre. |