Hola, he querido escribir este post, como católico y sacerdote, para dar respuesta a esta pregunta que en ocasiones algunas personas buscan, quizás por desconocimiento, quizás por querer profundizar. Y debo decir que Como católico, creo en un solo Dios en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, y en Jesucristo como el Hijo de Dios cuya vida, muerte y resurrección ofrecen salvación. También creo en la Iglesia Católica como la continuadora de la comunidad fundada por Cristo, valoro los sacramentos como canales de gracia y tengo una especial devoción a la Virgen María y a los santos.
Dicho, esto, podemos ver parte por parte cada una de estas creencias, para que puedas llegar a comprenderlas mejor. Aquí no se trata de convencer a nadie, ni nada que se le parezca, simplemente, pretendo explicarte mi visión sobre el tema.
Índice
- Creemos en Dios y la Santísima Trinidad
- Creemos en Jesucristo
- Creemos también en la Iglesia como Entidad
- Creencia en La Biblia y la Tradición
- La Virgen María y los Santos
- Vida después de la muerte
- También creemos en los Sacramentos Católicos
- Bautismo
- Confirmación
- Eucaristía
- Sacramento de la Penitencia
- Unción de los Enfermos
- Orden Sagrado
- Matrimonio
Creemos en Dios y la Santísima Trinidad
Los católicos creemos en un solo Dios que existe en tres personas: Dios Padre, Dios Hijo (Jesucristo) y Dios Espíritu Santo. Esta doctrina de la Trinidad es fundamental en la fe católica.
Esto, reconozco que es complejo de entender, si no estás o sientes la fe católica. Pero no lo entiendas desde el puro cuerpo físico, sino como un puzzle, una complejidad espiritual, que concentra a tres en uno.
Creemos en Jesucristo
Los católicos creemos que Jesús es el Hijo de Dios, concebido por el Espíritu Santo y nacido de la Virgen María. Creen en su vida, muerte y resurrección como el acto redentor que ofrece salvación y vida eterna a la humanidad.
La vida de Jesús, según la tradición católica, está llena de enseñanzas y milagros que manifiestan el amor y la misericordia de Dios. Los católicos creen que a través de sus palabras y acciones, Jesús reveló el camino hacia una relación más profunda y personal con Dios. Sus enseñanzas sobre el amor al prójimo, el perdón y la justicia son pilares que guían la vida de los creyentes.
La pasión y muerte de Jesús en la cruz son vistas como el sacrificio supremo por los pecados de la humanidad. Los católicos creen que a través de su sufrimiento y muerte, Jesús asumió los pecados del mundo, ofreciendo a todos la posibilidad de la redención. Este acto de entrega total es considerado la manifestación máxima del amor divino y la clave para la salvación de la humanidad.
Creemos también en la Iglesia como Entidad
Nosotros creemos firmemente que la Iglesia Católica es la continuación directa de la comunidad fundada por Jesucristo hace más de dos mil años. Esta convicción se basa en la idea de que Jesús estableció su Iglesia sobre el apóstol Pedro, designándolo como la «piedra» sobre la cual edificaría su comunidad. Esta conexión histórica y espiritual se mantiene a través de la sucesión apostólica, una línea ininterrumpida de obispos que se remonta a los apóstoles y, por ende, a Cristo mismo.
Como católicos, vemos al Papa como el líder supremo de la Iglesia Católica, considerado el sucesor de San Pedro. Esta posición le otorga al Papa una autoridad única y universal sobre la Iglesia, funcionando como guía espiritual y administrativa para todos nosotros. Para nosotros, el Papa es el Vicario de Cristo en la tierra, encargado de preservar y transmitir las enseñanzas de la fe, así como de mantener la unidad y la cohesión de la Iglesia a nivel global. La figura del Papa no solo representa la autoridad, sino también la unidad de todos los católicos.
Además, para nosotros, la Iglesia Católica es el Cuerpo de Cristo, una comunidad viva y dinámica en la que todos nosotros somos los miembros y Cristo es la cabeza. Esta metáfora bíblica subraya la profunda interconexión entre los creyentes y nuestra relación colectiva con Cristo. En este contexto, la Iglesia no es solo una institución, sino una comunión espiritual que trasciende el tiempo y el espacio, uniéndonos a todos en un solo cuerpo místico.
Además, creemos que la Iglesia es la mediadora de los sacramentos, que son canales de la gracia divina. A través de los sacramentos, experimentamos de manera tangible y efectiva la presencia de Dios en nuestras vidas. Cada sacramento, desde el bautismo hasta la eucaristía, es una forma en la que Dios se hace presente en nuestras vidas, fortaleciéndonos y guiándonos en nuestro camino de fe.
Si no sabes lo que son los sacramentos, vamos a hablar sobre ellos más adelante en este mismo artículo.
Creencia en La Biblia y la Tradición
Nosotros, como católicos, reconocemos la Biblia como la palabra inspirada de Dios y la consideramos como la fuente primaria de revelación divina. Para nosotros, la Biblia es un testimonio sagrado que contiene la verdad sobre Dios, la creación, la humanidad y el plan de salvación. En ella encontramos la Palabra de Dios escrita a través de la inspiración del Espíritu Santo, transmitida por diversos autores a lo largo de los siglos.
Sin embargo, más allá de la Biblia, también valoramos la Tradición Apostólica como una parte integral de nuestra fe. Esta Tradición incluye enseñanzas, prácticas y costumbres que han sido transmitidas de generación en generación desde los tiempos de los apóstoles hasta el presente. Para nosotros, la Tradición se basa en las enseñanzas orales de Jesús y los apóstoles, así como en las prácticas litúrgicas y sacramentales de la Iglesia primitiva.
La Virgen María y los Santos
Nosotros, como católicos, tenemos un profundo respeto y devoción hacia la Virgen María y los Santos. Para nosotros, María ocupa un lugar especial como la Madre de Jesús y un ejemplo de virtud y fe para toda la humanidad. Reconocemos su papel único en la historia de la salvación, como la mujer elegida por Dios para ser la madre de su Hijo. Valoramos su sí incondicional a la voluntad divina, su humildad y su intercesión constante en nuestras vidas.
Asimismo, los Santos son modelos de santidad y discipulado para los Católicos Vemos en ellos ejemplos de vida cristiana auténtica, marcada por la fidelidad a Cristo, el amor al prójimo y el servicio desinteresado. Valoramos su testimonio de fe y su capacidad para superar las pruebas y desafíos de la vida con la ayuda de la gracia divina.
Vida después de la muerte
Los Católicos creen o creemos en la vida después de la muerte. Para nosotros, la muerte no es el final, sino el paso a una nueva vida en la presencia de Dios. Esta creencia está arraigada en la enseñanza de Jesucristo y en la fe de la Iglesia desde sus primeros días.
Creemos en la existencia del cielo, el lugar de plena comunión con Dios y de gozo eterno para aquellos que han vivido una vida de amor y fidelidad a Él. El cielo es el destino final al que aspiramos, donde experimentaremos la plenitud de la felicidad y la realización de todos nuestros anhelos más profundos.
También creemos en la realidad del infierno, el estado de separación definitiva de Dios para aquellos que han rechazado su amor y han vivido en el pecado de manera persistente y obstinada. El infierno es un estado de sufrimiento y privación, pero también es una elección libre y consciente de quienes lo eligen por su rechazo a Dios.
Además, creemos en el purgatorio, un estado de purificación para aquellos que mueren en gracia pero que aún necesitan ser purificados de sus pecados antes de entrar en la plena comunión con Dios en el cielo. El purgatorio es un lugar de esperanza y misericordia, donde las almas pueden ser purificadas y preparadas para el encuentro con Dios.
Nuestra creencia en la vida después de la muerte nos da consuelo y esperanza en medio de la incertidumbre y el sufrimiento de esta vida.
También creemos en los Sacramentos Católicos
Los católicos practicamos siete sacramentos que son vistos como canales de gracia divina: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia (o Reconciliación), Unción de los Enfermos, Orden Sagrado y Matrimonio.
Bautismo
El primero de estos sacramentos en los que creemos y que practicamos es el Bautismo, un rito de iniciación que nos introduce en la comunidad cristiana y nos lava del pecado original, dándonos una nueva vida en Cristo. A través del Bautismo, nos convertimos en hijos adoptivos de Dios y miembros de la Iglesia.
Confirmación
La Confirmación es el segundo sacramento, en el que recibimos el don del Espíritu Santo para fortalecernos en nuestra fe y compromiso cristiano. Nos capacita para ser testigos valientes de Cristo en el mundo y nos ayuda a vivir como discípulos fieles.
Eucaristía
La Eucaristía es el sacramento central de nuestra fe, en el que recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las apariencias de pan y vino.
Este sacramento nos une íntimamente a Cristo y a la comunidad de creyentes, alimentando nuestra alma y renovando nuestra comunión con Dios.
Sacramento de la Penitencia
El sacramento de la Penitencia, también conocido como Reconciliación o Confesión, nos ofrece la oportunidad de arrepentirnos de nuestros pecados y recibir el perdón de Dios a través del sacerdote, quien actúa en nombre de Cristo.
Unción de los Enfermos
La Unción de los Enfermos es un sacramento de sanación y fortaleza para aquellos que están enfermos o enfrentan dificultades físicas o espirituales. A través de este sacramento, recibimos la gracia de Dios para afrontar nuestras pruebas con fe y esperanza.
Orden Sagrado
El Orden Sagrado es el sacramento mediante el cual algunos hombres son consagrados como sacerdotes para servir a la comunidad cristiana. Los sacerdotes actúan como ministros de los sacramentos y pastores espirituales, guiando y alimentando a los fieles en su camino de fe. Los católicos creemos en este sacramento y especialmente aquellos que desempeñan el sacerdocio.
Matrimonio
El sacramento del Matrimonio es una unión sagrada entre un hombre y una mujer, en la que prometen amarse y apoyarse mutuamente en todas las circunstancias de la vida. El matrimonio refleja el amor de Dios por su pueblo y es una fuente de gracia para la pareja y su familia.