El Salmo 46 nos enseña que, a pesar de las circunstancias adversas que puedan surgir en nuestra vida, podemos encontrar seguridad y fortaleza en Dios. Es claramente un salmo de fortaleza, pues nos ayuda en nuestro día a día y mediante su lectura podemos obtener más fuerza para superar las dificultades habituales y mundanas.
El salmista comienza declarando que Dios es nuestro refugio y fortaleza, una ayuda siempre presente en momentos de angustia. No importa cuán grandes sean los problemas que enfrentemos, podemos confiar en que Dios está con nosotros y nos sostendrá.
El salmo continúa describiendo cómo la tierra puede temblar y los montes pueden caer en el mar, pero nosotros no debemos temer, porque Dios está con nosotros. Él tiene el poder para controlar todas las circunstancias y vencer cualquier obstáculo.
El salmista también nos invita a contemplar las obras de Dios y a recordar cómo Él ha intervenido en el pasado para protegernos y liberarnos. Esto nos da la confianza de que Él seguirá actuando en nuestro favor en el presente y en el futuro.
En el último verso, el salmista nos anima a estar quietos y saber que Dios es Dios. A veces, nuestra tendencia es querer resolver las cosas por nuestra cuenta o preocuparnos en exceso, pero este salmo nos recuerda que debemos confiar en Dios y descansar en Su soberanía.
En resumen, el Salmo 46 nos enseña a confiar en Dios en todo momento, incluso en medio de las dificultades. Él es nuestro refugio y fortaleza, y podemos encontrar seguridad en Su presencia. A través de este salmo, somos recordados de que Dios tiene el control y siempre está dispuesto a ayudarnos.
⇒ Salmo Católico Completo (Salmo 46) para Leer e Imprimir
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos aunque la tierra sea removida, y aunque los montes se deslicen al fondo del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah
Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo. Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio él su voz, se derritió la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah Venid, ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah |