El Salmo 21 es un himno de alabanza y acción de gracias que exalta la grandeza y la fidelidad de Dios. En este salmo, el salmista reconoce que ha sido escuchado y rescatado por el Señor en momentos de angustia y peligro.
El salmo comienza con una expresión de alegría y gratitud, alabando a Dios por su fortaleza y poder. El salmista proclama la confianza en que Dios siempre estará presente para ayudar y proteger a aquellos que le buscan. En este sentido, el Salmo 21 nos enseña la importancia de confiar en la fuerza y el amor incondicional de Dios en nuestras vidas.
La victoria del rey
En el Salmo 21, también se menciona la victoria y el exaltamiento del rey. Este rey, elegido y ungido por Dios, gobierna con justicia y sabiduría. Aquí se refleja la idea de que los gobernantes deben ser justos y buscar el bienestar de su pueblo. Asimismo, podemos aplicar este mensaje a nuestras propias vidas, recordando la importancia de actuar con justicia y sabiduría en nuestras decisiones y acciones diarias.
La confianza en Dios
El Salmo 21 nos invita a confiar plenamente en el Señor. Nos recuerda que, a pesar de las dificultades y los desafíos que enfrentamos, Dios siempre está ahí para ayudarnos y guiarnos. Esta confianza nos brinda consuelo y seguridad, sabiendo que no estamos solos en nuestras luchas. Además, nos motiva a buscar a Dios y a mantener una relación íntima con Él, reconociendo su poder y amor infinitos.
La alabanza a Dios
El Salmo 21 concluye con una invitación a cantar alabanzas al nombre del Señor. Esta es una expresión de gratitud y adoración hacia Dios por todo lo que ha hecho por nosotros. Nos anima a elevar nuestra voz y nuestro corazón en alabanza, reconociendo su grandeza y bondad. Alabando a Dios, fortalecemos nuestra fe y nos conectamos con su presencia en nuestras vidas.
El Salmo 21 nos recuerda la importancia de confiar en Dios en todo momento y reconocer su soberanía y fidelidad en nuestras vidas. Nos invita a alabar y adorar a Dios, recordando que Él siempre está dispuesto a escucharnos y rescatarnos. Asimismo, nos anima a actuar con justicia y sabiduría, siguiendo el ejemplo del rey ungido por Dios. Que este salmo sea un recordatorio constante de la grandeza y el amor de nuestro Padre celestial.
⇒ Salmo Católico Completo (Salmo 21) para Leer e Imprimir
| Dios, mi Dios, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no respondes; Y de noche, y no hay para mí reposo. Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti confiaron nuestros padres; Confiraron, y tú los libraste. Clamaron a ti, y fueron librados; Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Pero yo soy gusano, y no hombre; Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él; Sálvele, puesto que en él se complacía. Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba en el vientre de mi madre. Salmos 21:1-6 |