Salmo 108 – Conoce el salmo y su significado


Interpretación del Salmo 108: El Salmo 108 es un himno de alabanza y súplica en el cual el salmista clama a Dios en medio de la adversidad. El salmo se divide en tres partes principales: una introducción de alabanza y compromiso con Dios, una súplica por ayuda y protección ante los enemigos, y una de confianza en la respuesta de Dios.


Explicación de la Primera Parte de este salmo

En la primera parte del salmo, el salmista expresa su devoción y compromiso total con Dios. Reconoce la grandeza y fidelidad de Dios, y se compromete a alabarlo y darle gracias en medio de los pueblos y naciones. El salmista reconoce que solo en Dios encuentra salvación y protección.

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Explicación de la Segunda Parte del salmo

En la segunda parte, el salmista se encuentra en una situación de angustia y peligro. Sus enemigos lo rodean y lo atacan injustamente. En medio de esta adversidad, el salmista clama a Dios por ayuda y protección. Expresa su confianza en que Dios lo escuchará y lo rescatará de sus enemigos. Además, pide que Dios juzgue y castigue a sus enemigos por su maldad.


Significado de la tercera parte del salmo

En la tercera parte del salmo, el salmista muestra su confianza en la respuesta de Dios. A pesar de la situación difícil en la que se encuentra, el salmista confía en que Dios lo levantará y lo exaltará sobre sus enemigos. Termina el salmo con una expresión de gratitud y alabanza a Dios, prometiendo cantar y darle gracias por su amor y fidelidad.

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El Salmo 108 es un himno de alabanza y súplica en el que el salmista muestra su devoción a Dios, clama por ayuda en medio de la adversidad y confía en la respuesta de Dios. Este salmo nos enseña la importancia de confiar en Dios en todo momento y de alabarle aún en medio de las dificultades.


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Oh Dios, no te quedes callado;
no calles, ni te estés quieto, oh Dios,
porque he aquí que rugen tus enemigos,
y los que te aborrecen alzan cabeza.
Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.
Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.
Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza
Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;
Gebal, Amón y Amalec,
Filistea con los habitantes de Tiro.
También el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah
Hazles como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;
Que perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.
Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,
Que han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.
Oh Dios, no calles;
No te estés quieto, oh Dios nuestro.
Porque he aquí que tus enemigos hacen tumulto,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.
Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.
Diles: Como el polvo delante del viento, así los persiga;
Como el fuego que quema el monte, y como la llama que abrasa el bosque,
Así persíguelos con tu tempestad,
Y turbales con tu torbellino.
Llena sus rostros de vergüenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.
Sean desbaratados y turbados para siempre;
Sean confundidos y perezcan.
Y sepan que sólo tú, cuyo nombre es Jehová,
Eres el Altísimo sobre toda la tierra.

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